Lo que la ley regula

Lo que la ley regula

sábado, 9 de enero de 2016

Diferencia entre sistema presidencialista y sistema parlamentario

En estos días en los que tras los resultados de las elecciones del 20 de diciembre tanto políticos como ciudadanos estamos haciendo cábalas sobre las posibles combinaciones que permitan la investidura de Mariano Rajoy o de Pedro Sánchez, en los medios de comunicación no dejan de recordarnos que España tiene un régimen parlamentario y no un sistema presidencialista, sin que muchas veces alcancemos a distinguir exactamente en qué consiste uno y otro.

Ciertamente, España se define en la Constitución de 1978 como una monarquía parlamentaria. La soberanía nacional, que reside en el pueblo español y de la cual emanan los poderes del Estado, se materializa en el Parlamento, puesto que en la elecciones legislativas los ciudadanos eligen a quienes van a representarles en el Congreso de los Diputados (cámara baja) y en el Senado (cámara alta), pero no eligen directamente a un Presidente, sino que serán los diputados los que lo hagan, debiendo obtener el candidato una mayoría parlamentaria suficiente en el Congreso para conseguir la investidura. Por tanto, al elegirse al Presidente del Gobierno en el Congreso se puede afirmar que existen bastantes conexiones entre el poder legislativo y el poder ejecutivo, siendo ésta una de las características principales de los sistemas parlamentarios y diferenciadoras de los sistemas presidencialistas en los que exista una verdadera división de poderes.

En los sistemas parlamentarios están diferenciadas las figuras de Jefe del Estado y Jefe del Gobierno. En España, el Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, que arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones y asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales. Se suele decir que “el Rey reina pero no gobierna”, es decir, ostenta la máxima autoridad pero no tiene potestad de gobierno puesto que ésta corresponde al Gobierno. El Gobierno, que se compone del Presidente de Gobierno, los Vicepresidentes y los Ministros, dirige la política interior y exterior, la administración civil y militar, la defensa del Estado y ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria.

De forma similar aunque con distinta nomenclatura otros países europeos se acomodan igualmente al régimen parlamentario con desdoblamiento de figuras, por ejemplo, en Alemania existe un Presidente de la República (Joachim Gauck) y una Canciller (Angela Merkel); en Gran Bretaña el Jefe del Estado es la Reina (Isabel II) y el Jefe de Gobierno es el primer ministro (David Cameron), etc.

Por el contrario, en el sistema presidencialista, cuyo paradigma lo constituye Estados Unidos, se caracteriza por una división de poderes entre el poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial y porque se concentra en una única persona al Jefe del Estado y al Jefe de Gobierno. En un régimen presidencialista el Presidente (Jefe del Estado/Jefe de Gobierno) asume la más alta representación del Estado y, a su vez, dirige el poder ejecutivo, por lo que asume una gran concentración de poder. La soberanía popular se manifiesta en su doble vertiente pues los ciudadanos participan en elecciones para elegir a sus representantes en las cámaras legislativas y también eligen en otras elecciones diferentes al Presidente. De este modo, el Parlamento tendrá el poder legislativo y el Presidente el poder ejecutivo, sin que existan conexiones entre uno y otro, hasta el punto de que es posible que exista un Presidente que tenga la cámara legislativa en contra, por ejemplo, un Presidente demócrata con un Congreso con mayoría republicana en Estados Unidos, lo que permite que exista una mayoría de bloqueo para los proyectos legislativos del Presidente. Esta situación la ha padecido Barack Obama durante algunos años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario